¿Cómo Influye el Grupo en nuestras Decisiones más Profundas?
Por Sebastian Alderete (*)
Imagina por un momento que estás frente a una decisión importante. ¿Realmente eres tú quien decide, o son las voces invisibles de los grupos a los que perteneces? Esta pregunta aparentemente simple nos lleva a uno de los descubrimientos más perturbadores y fascinantes de la psicología social: el grupo no es solo un conjunto de personas, es una fuerza invisible que moldea nuestros pensamientos, emociones y acciones de maneras que apenas podemos imaginar.
En nuestra vida cotidiana, desde el momento en que nacemos hasta nuestro último aliento, estamos rodeados de grupos: la familia, los amigos, los compañeros de trabajo, las comunidades religiosas, los equipos deportivos. Pero lo verdaderamente asombroso no es su presencia constante, sino el poder transformador que ejercen sobre nosotros, a menudo sin que seamos conscientes de ello.
Este blog esta inspirado en la lectura y analisis del libro: "Psicologia de los Grupos" de los autores Amalio Blanco, Amparo Caballero y Luis de la Corte.
La Metáfora del Grupo: Una Realidad Bifrontal
El Grupo como Liberación
Los grupos pueden ser espacios de emancipación personal, donde encontramos apoyo emocional, reconocimiento y la posibilidad de crecer. Pensemos en un grupo de apoyo que ayuda a personas a superar adicciones, o en un equipo de trabajo donde la creatividad florece gracias a la colaboración.
El psicólogo Kurt Lewin demostró que los cambios sociales son más efectivos cuando se realizan en grupo que cuando intentamos cambiar a individuos aislados. La discusión grupal no solo motiva, sino que genera compromiso y decisión.
El Grupo como Opresión
Pero existe una cara oscura. Los mismos grupos que nos liberan pueden convertirnos en instrumentos de la opresión. Solomon Asch nos mostró cómo la presión del grupo puede hacernos dudar de nuestros propios sentidos, mientras que Stanley Milgram reveló que la obediencia a la autoridad puede llevarnos a cometer actos que jamás realizaríamos por iniciativa propia.
La historia del Holocausto, los genocidios étnicos y las atrocidades modernas nos recuerdan que personas ordinarias pueden participar en actos extraordinariamente crueles cuando están inmersas en ciertos climas grupales.
Las Condiciones Mínimas para Sentir la Grupalidad
¿Cuánto se necesita para que un conjunto de individuos se convierta en un grupo con poder de influencia? La respuesta es sorprendentemente simple y a la vez inquietante: casi nada.
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La Mera Presencia
Norman Triplett descubrió en 1897 que simplemente estar cerca de otros mientras realizamos una tarea puede facilitar o inhibir nuestro rendimiento. Los ciclistas corrían más rápido cuando competían que cuando lo hacían solos. Este fenómeno, conocido como facilitación social, demuestra que nunca actuamos verdaderamente aislados.
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La Categorización Básica
Henri Tajfel revolucionó nuestra comprensión al demostrar que el simple hecho de categorizar a personas en grupos (incluso por preferencias artísticas arbitrarias) genera automáticamente favoritismo endogrupal y discriminación exogrupal. No necesitamos conocer a los miembros, ni interactuar, ni compartir intereses: la etiqueta de "nosotros" versus "ellos" es suficiente.
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La Norma Invisible
Muzaffer Sherif nos enseñó que cuando enfrentamos situaciones ambiguas sin puntos de referencia claros, creamos marcos de referencia compartidos que se convierten en normas grupales. Una vez establecidas, estas normas persisten incluso cuando estamos solos, demostrando que hemos internalizado la voz del grupo.

Reflexión clave: Si algo tan simple como categorizar puede desencadenar discriminación, ¿cuánta responsabilidad tenemos sobre los "nosotros" y "ellos" que creamos diariamente en nuestras vidas?
Los Peligros de la Sumisión: Cuando Abdicamos de Nuestras Convicciones
Uno de los experimentos más perturbadores de la historia de la psicología social es el trabajo de Solomon Asch sobre la conformidad. Imagina que entras en una sala con siete personas más y te presentan dos cartulinas: una con una línea, otra con tres líneas de diferentes longitudes. Tu tarea es simple: decir cuál de las tres líneas es igual a la de la primera cartulina.
La respuesta es obvia. Pero cuando llega tu turno de hablar, todos los demás han dado la misma respuesta... y está claramente equivocada. ¿Qué harías?
33%
Sumisión a la mayoría
Un tercio de los participantes cedieron ante la presión del grupo, dando respuestas que sabían incorrectas.
67%
Independencia con conflicto
Aunque la mayoría mantuvo su independencia, muchos experimentaron dudas profundas y ansiedad por contradecir al grupo.
90%
Disminución con apoyo
Cuando un solo compañero daba la respuesta correcta, la conformidad se reducía drásticamente, demostrando el poder de tener un aliado.
"Ser independiente significa afirmar el valor auténtico de la propia experiencia; ceder es negar la evidencia de los propios sentidos, permitirse el verse confundido acerca de la propia experiencia."
— Solomon Asch
Lo que Asch descubrió no es solo que podemos ceder ante la presión, sino que existen diferentes formas de sumisión: algunos distorsionan su percepción para coincidir con el grupo, otros mantienen su percepción pero cambian su juicio público, y otros simplemente quieren evitar el rechazo social. Cada una de estas formas revela algo profundo sobre la fragilidad de nuestra autonomía frente al poder del grupo.
La Obediencia a la Autoridad: El Experimento que Sacudió Nuestra Conciencia
Si los experimentos de Asch nos inquietaron, los de Stanley Milgram nos dejaron sin aliento. En el contexto posterior al Holocausto, Milgram se preguntó: ¿hasta dónde llegaría una persona ordinaria cuando una figura de autoridad le ordena hacer daño a otra?
El diseño era engañosamente simple: participantes comunes y corrientes debían administrar descargas eléctricas cada vez más intensas a un "aprendiz" (en realidad un actor) cada vez que este cometía un error. Las descargas iban de 15 a 450 voltios, con etiquetas que progresaban desde "descarga ligera" hasta "XXX - Peligro extremo".
El resultado fue devastador:
65%
Obediencia total
Dos tercios de los participantes administraron la descarga máxima de 450 voltios, a pesar de los gritos de dolor (fingidos) de la víctima.
100%
Conflicto interno
Prácticamente todos los participantes mostraron signos de estrés extremo: sudoración, temblores, risas nerviosas. Sabían que lo que hacían estaba mal.
90%
Reducción por rebelión grupal
Cuando otros "maestros" se rebelaban, el 90% de los participantes también desobedecían, demostrando que la desobediencia colectiva libera la conciencia individual.
Lo más perturbador no fue que personas "malas" hicieran daño, sino que personas normales y bondadosas —padres de familia, profesionales respetados, ciudadanos ejemplares— fueron capaces de infligir dolor extremo simplemente porque una figura de autoridad se lo ordenó.

La lección de Milgram: "No es lo que los sujetos hacen, sino para quién lo hacen lo que cuenta." La obediencia no es principalmente un rasgo de personalidad, sino una respuesta a estructuras de poder y autoridad.
Factores que aumentaban la obediencia
  • Distancia física de la víctima
  • Prestigio institucional (Universidad de Yale)
  • Presencia física de la autoridad
  • Participación indirecta en el daño
  • Autoridad unificada sin voces disidentes
Factores que reducían la obediencia
  • Cercanía física con la víctima
  • Contexto institucional menos prestigioso
  • Ausencia de la figura de autoridad
  • Conflicto entre dos figuras de autoridad
  • Presencia de pares que desobedecen
La Atmósfera del Grupo: Cómo el Liderazgo Crea Climas Morales
Kurt Lewin y sus colaboradores demostraron que el estilo de liderazgo no solo afecta la productividad, sino que crea verdaderas atmósferas morales que determinan cómo pensamos, sentimos y actuamos.
Liderazgo Autoritario
El líder decide todo, distribuye tareas, mantiene el poder centralizado. Resultado: alta productividad en presencia del líder, pero hostilidad, sumisión forzada y colapso del trabajo cuando el líder se ausenta. Los miembros muestran apatía y agresión desplazada.
Liderazgo Democrático
El grupo decide colectivamente, el líder facilita y guía. Resultado: productividad sostenida, mayor cooperación, creatividad, satisfacción personal y continuación del trabajo en ausencia del líder. Los miembros desarrollan autonomía y responsabilidad.
Liderazgo Liberal (Laissez-faire)
Mínima intervención, libertad total. Resultado: baja productividad, confusión, frustración y demandas de más estructura. Sin guía, la libertad se convierte en desorganización.
Lo crucial de este hallazgo es que el clima creado por el líder persiste incluso cuando los miembros cambian de grupo. Los niños que habían experimentado liderazgo autoritario mostraban patrones de comportamiento más agresivos o sumisos incluso en nuevos contextos. El clima no solo afecta lo que hacemos, sino quiénes llegamos a ser.
"La profunda diferencia, desde el punto de vista del individuo, entre hallarse dentro de un grupo que posee una opinión adecuada y dentro de un grupo cuyo punto de vista se encuentra distorsionado."
— Solomon Asch
El Grupo Primario: Nuestro Refugio Emocional
No todos los grupos ejercen el mismo tipo de influencia. Existe una categoría especial de grupos que moldean nuestra identidad de manera profunda y duradera: los grupos primarios.
La Familia
El primer grupo primario, donde aprendemos a ser humanos. Aquí se forman nuestros primeros vínculos, nuestra conciencia moral básica, nuestra capacidad de amar y confiar. La familia nos proporciona raíces emocionales que nos acompañan toda la vida.
Amigos Íntimos
Relaciones elegidas libremente que nos ofrecen reconocimiento, aceptación incondicional y un espacio donde podemos ser auténticos. Los amigos verdaderos son aquellos con quienes podemos ser vulnerables sin miedo al juicio.
Comunidades de Significado
Grupos religiosos, políticos o de apoyo que comparten valores profundos y nos ofrecen un sentido de propósito más allá de nosotros mismos. Aquí encontramos respuestas a las grandes preguntas existenciales.
Los grupos primarios se caracterizan por:
  • Relaciones cara a cara e íntimas
  • Duración prolongada en el tiempo
  • Conocimiento mutuo como personas, no como roles
  • Afecto genuino y preocupación por el bienestar del otro
  • Sentimiento profundo de "nosotros"
Charles Cooley, quien acuñó el término, afirmaba que estos grupos son "primarios" no solo cronológicamente, sino porque son fundamentales para la formación de nuestra naturaleza social. Sin ellos, no desarrollaríamos una identidad completa, ni la capacidad de empatía, ni el sentido de pertenencia que es esencial para el bienestar psicológico.

Pregunta para reflexionar: ¿Cuáles son tus grupos primarios actuales? ¿Te nutren emocionalmente o drenan tu energía? ¿Estás invirtiendo suficiente tiempo y cuidado en mantenerlos?
Grupos de Referencia: Los Modelos que Guían Nuestras Aspiraciones
Pero no solo somos influidos por los grupos a los que pertenecemos. Existe un fenómeno fascinante: grupos de referencia, aquellos con los que nos comparamos y que guían nuestras aspiraciones, valores y conductas, aunque no seamos miembros de ellos.
Función Normativa
Los grupos de referencia nos proporcionan estándares de conducta. Un adolescente que aspira a ser músico profesional puede tomar como referencia a una banda exitosa, adoptando sus valores, estética y dedicación, incluso sin conocerlos personalmente.
Función Comparativa
Nos ayudan a evaluar nuestras propias creencias y logros. Nos preguntamos: "¿Estoy donde debería estar según los estándares de este grupo que admiro?" Esta comparación puede motivarnos o frustrarnos.
Theodor Newcomb estudió este fenómeno en el Bennington College, donde estudiantes de familias conservadoras desarrollaban progresivamente actitudes más liberales al tomar como referencia a las estudiantes más prestigiosas del campus, quienes compartían valores progresistas.
Este hallazgo revela algo crucial: tenemos el poder de elegir nuestros grupos de referencia, y esa elección nos transforma. Si admiramos y tomamos como referencia a personas éticas, creativas y compasivas, nos moveremos en esa dirección. Si nos comparamos constantemente con quienes valoran el poder, el estatus y la dominación, evolucionaremos hacia allí.
01
Identifica tus grupos de referencia
¿A quién admiras? ¿Con quién te comparas habitualmente? ¿Qué valores encarnan esas personas o grupos?
02
Evalúa su influencia
¿Te están llevando hacia la persona que quieres ser, o te alejan de tus valores profundos?
03
Elige conscientemente
Decide activamente quiénes serán tus modelos a seguir. Esta es una de las decisiones más importantes que puedes tomar.
La Toma de Decisiones en Grupo: Entre la Sabiduría y la Locura Colectiva
Una de las paradojas más intrigantes de la dinámica grupal es que los grupos pueden ser tanto más sabios como más estúpidos que la suma de sus individuos. ¿Cómo es esto posible?
Discusión Enriquecedora
Cuando se fomenta el debate genuino, la diversidad de perspectivas y la escucha activa, los grupos generan soluciones más creativas que cualquier individuo aislado. La sabiduría colectiva emerge.
Pensamiento Grupal
Pero cuando prima la búsqueda de consenso sobre la calidad de la decisión, aparece el pensamiento grupal: se suprimen las dudas, se ignoran las voces disidentes, y el grupo toma decisiones desastrosas.
Polarización
Los grupos tienden a tomar decisiones más extremas que sus miembros individualmente. Si el grupo se inclina hacia el riesgo, el debate los lleva a posiciones aún más arriesgadas. Lo mismo sucede con la cautela.
Irving Janis estudió desastres históricos como la invasión de Bahía de Cochinos y descubrió que el pensamiento grupal se caracteriza por:
  • Ilusión de invulnerabilidad colectiva
  • Creencia incuestionable en la moralidad del grupo
  • Racionalización colectiva para descartar advertencias
  • Estereotipos de los oponentes como débiles o malvados
  • Autocensura de los miembros que dudan
  • Ilusión de unanimidad
  • Presión directa sobre los disidentes
"El acto de independencia es productivo desde el punto de vista social, puesto que constituye la única forma de corregir errores. El acto de sumisión es antisocial, porque siembra el error y la confusión."

Cómo prevenir el pensamiento grupal: Asigna a alguien el rol de "abogado del diablo", invita a expertos externos, fomenta la expresión de dudas sin castigo, y el líder debe permanecer neutral al inicio de las discusiones.
Entre la Cooperación y el Conflicto: Relaciones Intergrupales
Muzaffer Sherif llevó a cabo uno de los experimentos de campo más ambiciosos de la historia en la "Cueva del Ladrón", un campamento de verano donde grupos de niños fueron observados en su transición desde la cooperación hasta el conflicto violento, y vuelta a la cooperación.
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Fase 1: Formación Grupal
Los niños, divididos en dos grupos sin conocerse entre sí, desarrollaron rápidamente identidad grupal, nombres (Águilas y Serpientes), normas y jerarquías internas. Surgió el orgullo grupal de manera espontánea.
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Fase 2: Competición
Al introducir competencias deportivas con premios para el grupo ganador, surgió hostilidad intergrupal intensa: insultos, robos, quema de banderas, peleas físicas. La simple competición transformó a los niños en "enemigos".
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Fase 3: Contacto Fallido
Juntar a ambos grupos en actividades placenteras (comer juntos, ver películas) no redujo el conflicto. De hecho, se convirtieron en nuevas oportunidades para la confrontación.
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Fase 4: Metas Superordenadas
Solo cuando enfrentaron desafíos que requerían cooperación de ambos grupos (reparar el suministro de agua, conseguir dinero para una película) la hostilidad disminuyó y surgieron amistades intergrupales.
Este experimento nos enseña algo vital: el conflicto intergrupal no nace de la "naturaleza humana" o de personalidades problemáticas, sino de estructuras que enfrentan los intereses de los grupos. Del mismo modo, la cooperación puede cultivarse creando interdependencia positiva.
Las implicaciones son profundas:
  • El contacto superficial entre grupos en conflicto no resuelve nada
  • La competencia por recursos limitados genera hostilidad inevitable
  • Las metas compartidas que requieren cooperación son la clave para la reconciliación
  • La identidad grupal puede cambiar de "nosotros vs. ellos" a "todos nosotros" bajo las condiciones adecuadas
Aplicaciones Prácticas: Transformando Tu Vida a Través de la Conciencia Grupal
Todo este conocimiento sobre la psicología de los grupos no es solo teoría académica. Es una herramienta poderosa para transformar tu vida. Aquí hay aplicaciones concretas:
Autoconciencia Grupal
Pregúntate diariamente: ¿Qué decisión acabo de tomar es realmente mía, y cuál es producto de la presión grupal? Desarrollar esta conciencia es el primer paso hacia la autonomía genuina.
Cuida Tu Ecosistema Social
Tus grupos te moldean. Elige intencionalmente a qué grupos pertenecer, con quién pasar tiempo, qué comunidades nutrirán tu mejor versión. No es egoísmo, es higiene emocional.
Cultiva el Coraje de Disentir
Practica expresar desacuerdo de manera constructiva. No se trata de ser contrario por sistema, sino de defender tus valores incluso cuando el grupo presiona en dirección opuesta. Recuerda: la desobediencia moral es a veces el acto más ético.
Sé un Liberador, No un Opresor
Si tienes influencia o liderazgo, úsalo para crear climas democráticos donde las personas desarrollen autonomía, creatividad y responsabilidad. El poder no consiste en controlar, sino en empoderar.
Construye Puentes, No Muros
En un mundo fragmentado, resiste la tentación tribal de ver todo como "nosotros vs. ellos". Busca metas superordenadas que requieran cooperación. El futuro pertenece a los constructores de puentes.
Nutre Tus Grupos Primarios
Invierte tiempo y energía en las relaciones que realmente importan. En un mundo de conexiones superficiales, los vínculos profundos son revolucionarios. Tu salud mental depende de ellos.
Reflexión Final: El Grupo Como Espejo de Nuestra Humanidad
Hemos recorrido un viaje fascinante desde los primeros experimentos de Triplett sobre la facilitación social hasta las lecciones contemporáneas sobre liderazgo, obediencia y conflicto intergrupal. Y en cada paso, hemos descubierto la misma verdad fundamental: no somos islas; somos archipiélagos humanos, conectados por corrientes invisibles de influencia mutua.
Los grupos son espejos dobles de nuestra humanidad: reflejan tanto nuestra capacidad de empatía, cooperación y amor, como nuestro potencial para la crueldad, la sumisión y la violencia. La diferencia no está en la "naturaleza humana" —que es maleable— sino en las estructuras, climas y liderazgos que creamos.
La pregunta crucial no es "¿soy buena o mala persona?", sino "¿qué estructuras grupales estoy perpetuando o desafiando?"
Cada día, en cada interacción grupal, tenemos una elección:
  • ¿Vamos a conformarnos ciegamente o a ejercer independencia reflexiva?
  • ¿Vamos a obedecer acríticamente o a cuestionar la autoridad cuando contradice nuestros valores?
  • ¿Vamos a fortalecer el pensamiento grupal o a valorar las voces disidentes?
  • ¿Vamos a profundizar las divisiones de "nosotros vs. ellos" o a construir puentes de cooperación?
  • ¿Vamos a ejercer poder para controlar o para liberar?
El conocimiento sobre la psicología de los grupos no es neutral. Es un conocimiento que nos obliga éticamente. Ahora que sabemos cómo los grupos pueden convertir a personas ordinarias en perpetradores de crueldad, tenemos la responsabilidad de crear grupos que, en cambio, saquen lo mejor de nosotros.
Ahora que comprendes el poder invisible de los grupos, la pregunta ya no es si estás siendo influido, sino si estás siendo influido conscientemente. ¿Cuál es tu respuesta?

Tu misión, si decides aceptarla: Durante la próxima semana, observa en silencio cómo los grupos influyen en tus decisiones. No juzgues, solo nota. La conciencia es el primer paso hacia la libertad.

En última instancia, la lección de la psicología de los grupos no es que seamos marionetas indefensas de fuerzas sociales. Es que tenemos más poder y responsabilidad del que imaginamos. Cada grupo que formamos, cada norma que perpetuamos o desafiamos, cada vez que elegimos la valentía de disentir o el coraje de cooperar, estamos esculpiendo el mundo social que habitamos.
El grupo es tu espejo. ¿Qué reflejo eliges crear?

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(*) Sebastián Emanuel Alderete posee vasta trayectoria laboral y consistente en gestión pública, atención al cliente, asesoramiento comercial y venta de servicios intangibles, desarrollada principalmente en la provincia de Misiones. Su perfil combina experiencia operativa, liderazgo de equipos y una marcada orientación a resultados.